Mariana Zossi Campi, La práctica de la justicia y la misericordia con los pobres. El gobierno querido por Dios en Daniel 4 (Suplementos a la Revista Bíblica 9, Asociación Bíblica Argentina), Verbo Divino, Estella (Navarra) 2025, 263 pp. ISBN 978-84-1063-097-0.
Mariana Zossi es licenciada en Ciencias Bíblicas y Arqueología en Jerusalén y doctora en Teología Bíblica (UPSA), profesora en el Seminario mayor arquidiocesano de Tucumán, Institutos de formación Docente, Diplomados en Biblia y de cursos y talleres de Animación Bíblica. Sus áreas de interés son los libros sapienciales y la apocalíptica.
El libro presenta el fruto de una investigación amplia y minuciosa, con la formalidad de una tesis, comenzando con la delimitación del tema y su propuesta metodológica, la pertinencia y la originalidad del tema y su desarrollo, pasando por la estructura y culminando con la bibliografía, extensa, ordenada y actualizada. La autora presenta su trabajo en cuatro partes, siendo la tercera y la cuarta las más originales de su investigación.
La primera parte de la obra (cc. I y II) presenta de manera muy precisa lo referente al fenómeno y género literario apocalíptico, a la “escatología apocalíptica” como a todo el universo simbólico o cosmovisión en el cual un movimiento apocalíptico codifica sus identidades y su interpretación de la realidad. Es loable el esfuerzo por contextualizar su investigación desde todo punto de vista, al abordar el horizonte cultural, religioso, literario y teológico del fenómeno apocalíptico.
El c. II es una presentación, muy acabada y precisa, sobre el libro de Daniel en su conjunto. Se destaca la ubicación de Daniel en la biblioteca de Qumrán y más precisamente junto a la colección aramea; allí subraya las características comunes que presenta esta colección, trabajo que le servirá para el análisis de la crítica historia (c. VIII).
El título del c. III, “Dos imágenes para un solo mensaje”, es el resultado del estudio minucioso que hace de Daniel 4. En este capítulo, desarrolla al “pie de la letra” el MHC (con su delimitación de la perícopa, sus clásicas crítica literaria, crítica de la redacción y crítica de la forma). Bien podría servir de paradigma o ejemplo a quien le interese profundizar esta manera de leer o interpretar un texto bíblico. Sin embargo, esta 3.ª parte de la tesis, con un mayor foco de atención y una gran sensibilidad a la crítica literaria y de las formas, prácticamente se centra en demostrar que, si bien existen dos imágenes, el mensaje es uno solo. El reconocimiento de la forma literaria “relato de visión” se convierte en el principal objeto de estudio del c. IV de la tesis.
El método histórico crítico utilizado pone de relieve un elemento extraño bajo la forma literaria que ella, luego de estudiar las formas gramaticales y sintácticas de cada término del versículo (c. V), identificó como admonición sapiencial. El texto, ubicado en Dn 4,24, dice así: “Por tanto, oh rey, mi consejo te sea agradable: remueve tus pecados con obras de justicia (sedaqah entendida como una donación caritativa o limosna) y tus iniquidades con misericordia para con los pobres; quizás haya una prolongación para tu prosperidad” (traducción de Zossi).
Uno de los puntos más extraños de este versículo es la vinculación entre los pecados de Nabucodonosor y la “remisión” que Daniel le propone: practicar la justicia y la misericordia con los pobres. El análisis semántico de los términos de este versículo, estudiado en el c. VI, hace comprender el mensaje que el autor quiso transmitir a sus destinatarios a partir de esta admonición. Que la justicia y la misericordia (o la caridad) sea el modo de superar o redimir los pecados, es realmente una propuesta muy original e interesante en el A.T.
Para comprender bien en qué medida estas acciones de justicia y caridad-misericordia con los pobres quitan o remueven los pecados-iniquidades del soberano (el texto arameo no especifica cuáles son, cosa que sí hace la versión de los LXX), estudia el universo semántico de los términos de la admonición sapiencial en cuestión. Resalto el gran esfuerzo de la autora que, al no contar con otros textos arameos en donde poder explorar los significados de cada término, tuvo que recurrir a palabras en hebreo o griego que pertenezcan al mismo campo semántico.
Todos los pasos dados hasta acá, conducen hacia el análisis pragmático del texto, desarrollado por Zossi en la IV parte de la obra (c. VII). Siguiendo a la propuesta de Grilli, Obara, Simian-Yofre y otros, descubre el proceso performativo del texto de Daniel 4,24: la semántica se vincula más a lo que se dice (contenido), mientras que la pragmática se vincula con lo que se pretende comunicar (lo que produce), es decir, el proceso comunicativo que se establece entre el texto y el lector.
En esta parte, la autora destaca que la pragmalingüística y los aportes de los nuevos estudios sobre el lenguaje —y sus procesos comunicativos, aplicados a la Sagrada Escritura— construyeron nuevos horizontes, pero, sobre todo, colaboraron a transformar las vidas de lectores y oyentes de la Palabra de Dios. El c. VII es fruto de este nuevo camino que han emprendido los estudios bíblicos. El consejo del profeta Daniel a Nabucodonosor (expiar sus pecados mediante la práctica de la justicia y el trato a los pobres con misericordia, Dn 4,24) no es un simple dato informativo ni una reseña anclada en el tiempo. Es un mensaje que busca interpelar, no solo al rey pagano (en cuanto personaje intradiegético), sino también al lector modelo, devenido en lector real que somos cada uno de nosotros.
Así, a modo de ejemplo, la propuesta de la autora es “repensar y reformular qué dice la carta encíclica enviada por Nabucodonosor a todas las naciones relatando lo que el Altísimo hizo en favor suyo, y más concretamente, el impacto que puede producir la admonición sapiencial que hace Daniel al rey en el v. 24 en el lector empírico hoy” (p. 205).
En el c. VIII, la colección aramea del Qumrán en diálogo con documentos extra-bíblicos (como una carta y un decreto de Antíoco III, recogidos por Flavio Josefo, unas instrucciones de Qumrán, unas Cartas de Zenón) permite a la autora realizar una crítica histórica, principalmente de la época del Segundo Templo, en cuyo final habría que contextualizar socioeconómico y religiosamente la composición final de Dn 4 (siglo ii a. C.). Con todo este trasfondo se entiende mejor que los judíos (o los extranjeros) que no podían acceder al Templo (ni ofrecer allí sacrificios para el perdón de sus pecados) podían experimentar el perdón de los pecados con esta práctica hacia los pobres. Practicar la justicia, no solamente se requería como una exigencia ética de compromiso hacia los pobres, sino como un acto de culto para remover los pecados e iniquidades. Dn 4 estaría abriendo esta posibilidad, pero, además, que la bendición de Dios (prosperidad futura) se hace extensiva para todos aquellos que lo reconocen, y no solo para los judíos.
Las conclusiones de Zossi son “una hermenéutica teológica”. Con el espíritu de lo expresado por la PCB: “el sentido de un texto no se da completamente si no es actualizado en la vida del lector que se lo apropia [...] Es decir, la exégesis bíblica no puede prescindir de una hermenéutica que le permita incorporar los métodos de crítica literaria e histórica en un modelo de interpretación más amplio, ‘toda exégesis de los textos debe ser completada por una hermenéutica’” (p. 233). Los que tienen el poder deben ejercerlo con humildad y subordinación a Dios: justicia-caridad y misericordia hacia los pobres (recomendación de Dn 4,24) es un buen modo de concretar el cómo Dios espera que se gobierne, o en su defecto, de “asegurarse” la remisión de sus pecados.
Destaco, como valoración final, el esfuerzo, tan provechoso, de hacer confluir en una misma monografía la riqueza de dos métodos exegéticos tan valiosos. Uno más antiguo y siempre actual, otro más moderno y no tan conocido, aplicados a la tan compleja literatura apocalíptica, una de las grandes inexploradas del mundo bíblico. Mariana Zossi ha logrado llevar al lector de este trabajo desde el remoto pasado hasta nuestro hoy, para iluminarlos en más de un aspecto, tan cercanos y tan parecidos, al de los dos últimos siglos a. C. Quizás faltaría un trabajo de articulación más ligado entre lo histórico crítico (diacrónico) y pragmático (¿sincrónico?). Este terreno no está muy explorado en la actualidad. Cada uno de los estratos redaccionales obedece a una intencionalidad pragmática, y prevé un modelo de lector distinto.
Dra. Verónica Talamé
Universidad Católica de Salta, Argentina