B. Becking, Identity in Persian Egypt. The Fate of the Yehudite Community of Elephantine, Eisenbrauns, University Park, PA 2020, 224 pp., ISBN: 978-1-57506-745-2

Becking nos ofrece en esta obra un recorrido panorámico por la historia de la colonia judía de Elefantina. Se trata de una tarea emprendida antes por otros especialistas entre los que cabe destacar a Vincent (A. Vincent, La religion des judéo-­araméens d’Elephantine [Paris 1937]) y Porten (B. Porten, Archives from Elephantine. The Life of an Ancient Jewish Military Colony [Berkeley – Los Angeles 1968]). La novedad que aporta esta monografía consiste en integrar el devenir de esta comunidad en el marco más amplio de la historia del imperio persa aqueménida, especialmente en el contexto de la satrapía de Egipto. Un concepto clave en esta monografía es lo que Becking denomina “pax persica”. A cuya luz relee la historia de la colonia judía.

La obra desarrolla este planteamiento en ocho capítulos. El primero traza el contexto, presentando el panorama egipcio previo al dominio persa, para continuar luego con la conquista por parte de Cambises y su consolidación bajo Darío (su principal fuente es Heródoto). Analiza el modelo de regencia aqueménida, tolerante con las costumbres y usos locales, en atención al valor estratégico de Egipto para el imperio en la importación de plata y marfil. Resalta la importancia del enclave fronterizo de Elefantina. Para concluir, deduciendo de todo lo expuesto, que la vida cotidiana de Egipto apenas cambió.

El cap. 3 se centra ya en los colonos judíos de Elefantina, su origen, identidad y religión. Ofrece en cada caso un exhaustivo status quaestionis terminando con su posición personal, que concluye con la idea de que hablar de identidad judía para los colonos resulta anacrónico. Él prefiere considerarlos una rama de lo que llama un poliyahvismo (pp. 52-53). Esto explicaría su integración pacífica en el escenario multiétnico de la isla de Elefantina. Idea que desarrollará en los siguientes capítulos.

Especial relevancia en su argumentario tienen los capítulos 3 y 4 donde aborda precisamente la extracción multiétnica de los habitantes de Elefantina, y la mencionada pax pérsica, respectivamente. Esta última es para Becking la condición de posibilidad para una convivencia serena del susodicho conglomerado multiétnico que nuestro autor procura describir al detalle en el presente trabajo. El capítulo quinto analiza los principales mecanismos de control del imperio para mantener este patrón de convivencia. A saber: el modelo educativo (los textos de La sabiduría de Ajicar y de la inscripción de Bisitum serían ejercicios escolares para los escribas destinados a infundirles valores de lealtad hacia el imperio); una ley internacional adaptada localmente; y la presencia militar. De este modo se crea un marco global fundado en una ideología imperial de obligado cumplimiento, pero permisivo con normativas particulares de los pueblos sometidos. Ambos aspectos garantizarían la armonía entre las etnias del imperio. La fractura de tal modelo de convivencia será el tema del capítulo 6, ejemplificado a partir de descripción de cuatro conflictos entre judíos y egipcios.

El cap. 7 analiza las causas de dicho colapso, que Becking atribuye al debilitamiento del poder central persa y al surgimiento de las reivindicaciones de la periferia. En concreto, estima que el conflicto entre los colonos judaítas y los sacerdotes de Khnum obedece, por un lado, a la rebelión egipcia contra Persia y, por otro, la migración de judíos que traen un modelo yahvismo no asumible para el clero egipcio. La consecuencia es que la comunidad de Elefantina acabará desvaneciéndose en la arena del tiempo. Este es el tema abordado en el capítulo final, en el que se analizan las diversas conjeturas sobre el destino de aquella gente. En sus conclusiones finales el autor vuelve a recalcar que es la quiebra del patrón de coexistencia auspiciado por el poder persa el responsable último de esta situación. La obra se completa con el amplio repertorio bibliográfico manejado por Becking, de gran utilidad para profundizar en la temática abordada, y con un índice de autores muy práctico para moverse en el arsenal de datos ofrecidos.

Como puede verse, toda la monografía, aparece modelada por los dos grandes hilos conductores ya mencionados: la pax pérsica y la convivencia multiétnica. Tales conceptos están estrechamente vinculados, pues Becking entiende que es el poder central persa el que propicia el escenario de convivialidad. Aunque no puede negarse la solidez y la seriedad con la que el autor ha abordado el devenir histórico de la comunidad de Elefantina desde sus posibles orígenes hasta su desaparición, son estos dos puntos de referencia los que constituyen el talón de Aquiles de su trabajo. El último párrafo de la introducción resulta esclarecedor en este sentido. En él plantea su visión de lo que es una sociedad abierta caracterizada, según él, por la multietnicidad, multirreligiosidad, y la sensibilidad a ideologías como la LGTBI. Asimismo, presenta como enemigos de este modelo social, al expresidente Trump y a todos los que disientan de esta línea de pensamiento, que son tildados de extrema derecha (p. XII). Si nos fijamos bien veremos un esquema basado en principios globales que han de acatarse y que, conjugados con el respeto a los particularismos en el resto de las cuestiones, dan lugar supuestamente al modelo más óptimo de convivencia.

El problema no es lo que piense Becking, sino que parece haber proyectado este esquema ideológico en el pasado para reconstruir la historia de Elefantina, lo cual desemboca irremediablemente en el anacronismo. Los modelos sociales, las pautas de conducta y de convivencia actuales no son extrapolables, sin más, al imperio persa aqueménida en general, y la sociedad de Elefantina en particular. No se puede hacer una pirueta sociológica de veinticinco siglos. Por eso, uno tiene la convicción de que su modelo de convivencia multiétnica en la pax persica es tan utópico como el sueño de modelo social que plantea en las dos últimas líneas de su introducción. Los pueblos sometidos a Persia, como lo estaba Egipto, aceptaban tal sumisión, pero a la fuerza, no de buen grado, y buscaban la ocasión propicia para romperla. No tenían esa visión idílica de la multietnicidad. Asimismo, proponer la teoría de una coexistencia armónica de los colonos judíos con los egipcios de la isla que solo se rompería con la llegada de emigrantes judíos de yahvismo radicalizado, es simplificar demasiado las cosas. Recuerda a aquellas teorías influenciadas por la distinción entre evangelio y ley de la teología liberal protestante, que plantean la evolución de la religión judía como un proceso de degradación. Las tensiones entre grupos siempre están ahí, son las coyunturas históricas las que impiden el enfrentamiento o lo provocan.

Pablo Díez-Herrera

Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla

ORCID 0000-0003-3009-4039

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