R. EbachM Leuenberger (eds.), Tradition(en) im alten Israel. Konstruktion, Transmission und Transformation (Forschungen zum Alten Testament 127), Mohr Siebeck, Tübingen 2019, x + 415 pp., ISBN 978-3-16-154804-8.

El volumen Tradición(es) en el antiguo Israel. Construcción, Transmisión y Transformación recoge sustancialmente las conferencias que se pronunciaron en las jornadas celebradas en la Facultad Evangélica de Teología de la Universidad Eberhard Karls de Tubinga entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre de 2016. Cada contribución va seguida de la respectiva bibliografía y el libro se cierra con un escueto currículum de los autores y un útil índice de textos bíblicos citados (399-415). El título de la obra refleja fielmente el orden en el que se suceden las diferentes aportaciones que esta contiene.

La primera parte del libro trata las cuestiones metodológicas relativas a la comprensión de las cuestiones fundamentales como el concepto mismo de “tradición” en la historia de la hermenéutica, los mecanismos de formación, transmisión y transformación de las tradiciones, y a los métodos más apropiados para su estudio, desde los más clásicos como la crítica o historia de las tradiciones a la consideración de la Biblia Hebrea como literatura de tradición.

Erhard Blum (3-44) se pregunta por los “presupuestos institucionales y culturales de la literatura tradicional israelita” y asegura así un enfoque más reflexivo del término “literatura tradicional”, frecuentemente utilizado. El archaeological turn producido en la historia de la investigación obliga hoy a dar prioridad a los datos empíricos de la arqueología por encima de las hipótesis del campo literario. En consecuencia, se sostiene que antes del s. viii/vii a. C. no puede haber surgido ninguna gran obra literaria en Israel / Judá. El A. discute esta tesis y se pregunta después por el “lugar” real de la producción de los textos en el mundo sociocultural de Israel y por las implicancias que esto puede tener para la exégesis y para el modelo con el que representa el origen de los textos veterotestamentarios. Resulta especialmente interesante la argumentación basada en el estudio de óstraca e inscripciones de los ss. x/ix (irbet Qeiyafa, Gezer, Meshah, Tel Dan y Tell Deir ‘Alla) que ya “suponen una habilidad artística profesional y un magistral dominio de la escritura” (16).

Jürgen Ebach plantea algunas “observaciones e impresiones sobre la tradición y la invención” sobre todo en el terreno de la historia de la investigación (45-68). En una línea semejante a la de R. Smend (Deutsche Alttestamentler in drei Jahrhunderte, Göttingen 1989), el A. señala la importancia de las experiencias personales, las inclinaciones, la idiosincrasia y los estilos de cada estudioso en su trabajo y en su obra, además de la influencia que tienen sus motivaciones políticas, sociales y personales. A continuación, analiza la influencia que la personalidad de los investigadores tiene en sus respectivas reconstrucciones de las figuras proféticas. Para ilustrar el proceso de “invención” de las tradiciones, el A. aduce diversos ejemplos del campo bíblico y rabínico (60-64), y hasta el simpático caso del sirtaki compuesto por M. Theodorakis para la película Zorba el griego (1964) que hoy para mucha gente –incluso dentro de Grecia– se representa como si fuera una danza “tradicional” de aquel país (45, n. 2).

El trabajo metodológico lo completa Bernd Schipper, quien, bajo el título “Los himnos egipcios del primer milenio y el AT. Transformación y transmisión de las tradiciones literarias egipcias” (69-85), examina la conexión entre estas tradiciones egipcias y los escritos del AT. En este contexto, observa que durante mucho tiempo estos se compararon con los textos egipcios originados en el segundo milenio a. C. porque estos eran los que habían acaparado la atención de los primeros egiptólogos. El A. afirma que se deben tener más en cuenta los testimonios de los motivos egipcios del primer milenio, porque son más cercanos a la época de origen de los textos del AT y representan una etapa de cierta estabilización de elementos centrales de la teología ramésida y de la religión personal, por ejemplo.

Sobre esta base metodológica, las siguientes contribuciones analizan con más detalle algunos aspectos de la formación, la transformación y el desarrollo ulterior de la tradición en los ámbitos literarios concretos de la profecía y los salmos, puesto que en ellos hay diversas tradiciones fundamentales que tienen una importancia central en la forma de argumentar (entre otras, las tradiciones relacionadas con el Éxodo, con Sión o con los sacrificios), pero también en los procesos de legitimación de las figuras proféticas, como en Jr o Ez. Los corpora textuales de la profecía y los salmos resultan atractivos para la verificación de estos mecanismos de la tradición, por ser muy variados en cuanto a forma, función y orientación teológica. Por otra parte, en ambos ámbitos se pueden observar modos semejantes de recurrir a las tradiciones y de transitar, modificar y sintetizar el trato con ellas. Los conflictos sociales reflejados y elaborados de esta manera muestran el potencial teológico, pero también político, que tiene el uso, el desarrollo y la transformación de las distintas vertientes de la tradición dentro de Israel (“Introducción”, V).

Los artículos de la segunda parte estudian la construcción de la(s) tradición(es) en su etapa constitutiva. La primera contribución es la de Th. Römer, “¿Éxodo de Egipto o peregrinación al desierto? Reflexiones sobre la construcción de la(s) tradición(es) del Éxodo” (89-107), centrada en esta tradición atesorada primero en el Reino del Norte y que ha sido seguramente la más discutida a lo largo de la historia de la investigación. Se ponen así en evidencia las múltiples tradiciones que se pueden descubrir detrás y al lado de la narración del Éxodo contenida en el libro del Éxodo, cuyo origen oral o escrito hoy ya no es posible reconstruir (104).

Rainer Albertz, se dedica a las “Expresiones de la tradición del Éxodo en la profecía y en los salmos” (109-142), deteniéndose en los versículos (unos cien) de dichos libros que aluden a esta tradición. El A. describe la comprensión de la tradición que se desprende de los textos, muestra los diversos géneros de la profecía y los salmos en los aparecen las referencias al éxodo y la función pragmática que allí asumen. Finalmente describe cómo se desarrolló la tradición del éxodo en los salmos y los profetas en relación con la narración del Pentateuco y deduce que este fenómeno coincide con el proceso de canonización de la Toráh a comienzos del siglo iv (133).

En ambas contribuciones se ponen de manifiesto lo diferentes que pueden ser los procesos de legitimación relacionados con una misma tradición y cuán necesario es discernir en ella manifestaciones diversas en cuanto a contenido y función. La sección sucesiva ilustra cómo la formación de la tradición en el contexto de los textos proféticos tiene lugar mediante la atribución de dicha tradición a personas históricas y literarias del pasado, lo que se hace visible en la atribución de los textos temporal y teológicamente tan diversos del libro de Jeremías al profeta epónimo de los siglos vii y vi.

Apoyándose en estudios recientes –propios y ajenos– Konrad Schmid ofrece un trabajo de historia de la tradición sobre “Jeremías como profeta que se lamenta y sufre” (143-164) subrayando los procesos de transformación del motivo del “lamento de la ciudad”, que se asocia de diversas formas con la figura de Jeremías.

A continuación, Georg Fischer se centra en el motivo de la “Memoria viva en el libro de Jeremías” (165-179) y señala los diversos procesos de recepción de las tradiciones del AT en el libro de Jeremías.

La contribución de Irmtraud Fischer muestra que la circulación de las tradiciones proféticas no termina en el AT y examina los mecanismos de “construcción, tradición y transformación de la profecía femenina” (181-204) también en el terreno del Talmud, del NT, de la Patrística y de su recepción en la Edad Media y el Renacimiento. De manera sugerente, la A. relaciona la limitada recepción de las figuras proféticas femeninas en el AT y el desarrollo de la tradición de las sibilas en la antigüedad (189-190).

En la tercera parte se examinan los procesos de transformación de la tradición. Se vuelven a rastrear y a comparar aquí las múltiples y multiformes transformaciones de la tradición en el Salterio y en la literatura profética. Así, Bernd Janowski estudia primero la transformación de la tradición en un estudio titulado “‘Mi sacrificio es un espíritu quebrantado’ (Sal 51,19). Sobre la transformación del sacrificio en los salmos” (207-232), en el que examina los cambios que se pueden constatar en el concepto de sacrificio, especialmente en el contexto de la espiritualización.

A continuación, el artículo de Judith Gärtner, “¿Cuestión de justicia? Identidad a través de la transformación utilizando el ejemplo de la fórmula de gracia en los salmos tardíos” (233-252) se centra en uno de los procesos de transformación o de historia de la tradición dentro del salterio.

Siempre en el ámbito del Salterio, Martin Leuenberger estudia finalmente la tradición de Sion: “‘Dios está en medio de ella, no vacila’ (Sal 46,6). Sobre la formación y la transformación de tres conceptos teológicos centrales de Sion” (253-275).

Los procesos de transformación que tienen que ver con las tradiciones de gobierno, sobre todo sacerdotales y reales, se tratan en las dos contribuciones siguientes, que se mueven en el terreno de la profecía. Christophe Nihan “Entre continuidad y cambio. El sumo sacerdote Josué en Zacarías 3” (277-301) subraya la inclusión de rasgos monárquicos en la descripción del sumo sacerdote según Za 3, pero también examina críticamente una identificación demasiado rápida entre “textos modelo” y “tradiciones estables”, subrayando los cambios en la línea de la historia de las tradiciones y las autoformaciones del texto.

Markus Saur, “Un cedro magnífico. Transformaciones de la tradición regia en el libro de Ezequiel” (303-320), llega a una conclusión similar con respecto al libro de Ezequiel que lleva adelante procesos de transformación de este concepto tras la caída de la monarquía.

Sobre la base de las ideas anteriores, la cuarta parte profundiza en la tradición como elemento para fundamentar, una de sus funciones prominentes en el curso de su transmisión. Por lo tanto, la atención se centra en la cuestión de cómo se producen las tradiciones en los diversos contextos argumentativos dentro del AT: Los diferentes modos de argumentación utilizados para tratar los problemas contemporáneos mediante el recurso a la tradición, conforman el discurso postexílico, particularmente en los salmos y en la profecía.

Jakob Wöhrle muestra que la cuestión de quién invoca y puede invocar qué tradición también tiene aquí una función decisiva “‘¿Qué significa para vosotros ese dicho?’ (Ez 18,2). Crítica de la tradición en las disputas del libro de Ezequiel” (323-343) con vistas a las palabras de disputa del Libro de Ezequiel en el contexto de la disputa entre los exiliados y los que se quedaron en Jerusalén.

Y también la legitimación de los propios profetas, es, como Ruth Ebach bajo el título “‘Los profetas que existieron antes que tú y antes que yo’. La referencia a la tradición como argumento en el conflicto sobre la verdadera profecía en el libro de Jeremías” (345-365), está subrayada por la referencia (modificada) a una tradición profética.

Pero la referencia a las tradiciones tiene una importancia fundamental no solo en la relación con los contemporáneos, sino también en la relación con Dios. Es lo que muestra la contribución que cierra el volumen “‘¿Dónde están, Señor, tus antiguas muestras de misericordias’” y en la que Reinhard Müller destaca la función de “la tradición como argumentum ad deum en el Salmo 89” (367-394).

Las sociedades modernas y postmodernas, especialmente en Occidente conceden una enorme importancia a las innovaciones e invenciones. Mientras que para el antiguo Israel y todo el Medio Oriente Antiguo, son las tradiciones y su (supuesta) antigüedad las que desempeñan el papel fundamental. Ellas fundamentan una identidad colectiva específica enraizándola en el pasado y de este modo legitiman la configuración actual de la sociedad respectiva. Resulta especialmente revelador que estas tradiciones (de origen) sean en gran medida descubrimientos o invenciones de épocas recientes –a menudo del mismo presente– y que, por tanto, tengan un carácter esencialmente (re)constructivo, tal y como lo expresa sucintamente Eric Hobsbawm cuando habla de la “invención de la tradición” (E. Hobsbawn – T. Ranger, The Invention of Tradition, Cambridge – New York 1983). Además, los múltiples procesos de transformación estas tradiciones hacen posible nuevas formas de afrontar el presente (“Prefacio”, V).

Los diez y seis sustanciosos artículos de esta espléndida colección constituyen una prueba de la fecundidad del trabajo exegético que se esfuerza por identificar, rastrear y comprender las tradiciones que se expresan en los diversos libros del canon bíblico y de diversos modos lo configuran. Es de lamentar, sin embargo, que estudios tan serios y sugerentes restrinjan su mirada –en la mayoría de los casos– casi exclusivamente al ámbito de habla alemana y tengan tan poco diálogo con la producción académica publicada en otras lenguas.

Jorge M. Blunda

Universidad Pontificia de Salamanca

jorgeblunda@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-2215-0208